Palacio Salvo de Montevideo
Palacio Salvo de Montevideo, la historia y características de uno de los edificios más importantes de la ciudad de Montevideo.
Inicialmente pensado por los hermanos y comerciantes Salvo como un Hotel 5 estrellas, terminó por ser declarado como Monumento Histórico Nacional.
Ubicado en la esquina de la Av. 18 de Julio (aquí te dejamos más información!) y la Plaza Independencia, justo en el inicio del centro de Montevideo.
En el año 1928 se inauguró este edificio de 95 mts, con estilo ecléctico, siendo el más alto de Latinoamérica para esa época, con reminiscencias góticas, toques neoclásicos y referencias renacentistas.
Se trata de un rascacielos histórico montevideano, diseño del arquitecto Mario Palanti, que posee casi 100 años de historia en su haber.
Símbolo de interés cultural, turístico, arquitectónico e histórico, en 1996 lo declararon Monumento Histórico Nacional y, hoy en día, mantiene su medalla ganadora al más alto de toda la ciudad.
En la actualidad, tiene oficinas, tiendas de diferentes rubros, viviendas, cafés y el reconocido Museo del Tango, que antiguamente era la confitería “La Giralda” en donde se escuchó por primera vez la interpretación del tango “La Cumparsita”, famoso en todo el mundo.
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BONUS EXTRA
Es de vox populi que existen ciertas disputas entre Argentina y Uruguay, por procedencias de tradiciones como la creación del mate, el dulce de leche, la murga… y acá te vamos a sumar una más: la arquitectura!
Sí, en Buenos Aires existe un edificio MUY similar al Palacio Salvo, que tiene 5mts menos de altura, pero se construyó un par de años antes que este símbolo de Montevideo. Te hablamos nada más y nada menos, que del famoso Palacio Barolo, un edificio emblemático de la ciudad de Buenos Aires, ubicado sobre Av. de Mayo. Su estilo está inspirado en la Divina Comedia de Dante Alighieri, también diseñado por el arquitecto Mario Palanti. La idea del mismo fue la de unir ambas ciudades con una especie de puente de luz por el Río de la Plata, unido por los faros de las cúpulas de estos edificios, a modo de bienvenida a la región del Río de la Plata. Lamentablemente, por un error en los cálculos, las luces jamás se unieron.
